La industria Alemana está siendo un hervidero de actividad en los últimos cinco años. Cuando se trata de hablar de la economía del hidrógeno, la competencia es encarnizada entre Estados Unidos, Alemania y Japón, los tres mayores exportadores de automóviles del mundo.
El último movimiento corresponde a Alemania, país en el que se está llevando a cabo un avance coordinado de las tecnologías de automoción y la implantación de infraestructuras de apoyo. La ciudad de Hamburgo, que ya contaba con cuatro autobuses híbridos dotados de Célula de combustible de la marca Mercedes-Benz ha confirmado la renovación de sus unidades, toda vez que las primeras, adquiridas en 2003, han terminado su periodo de pruebas. La empresa de autobuses urbanos Hamburger Hochabahn AG, ha informado que adquirirá otras tres unidades extra el próximo año. De este modo da un espaldarazo a las tecnologías limpias basadas en pila de combustible.
Los nuevos autobuses Citaro FuelCELL presentan algunas mejoras con respecto a la primera generación de autobuses con pila de combustible que se lanzó en Hamburgo en 2003. Se ha introducido un nuevo sistema híbrido de recuperación y almacenaje de energía en las frenadas, gracias a la incorporación de nuevas baterías de Litio-ion. Los motores eléctricos van dentro de las llantas, con una potencia máxima de 120 kw (164 CV), y la pila de combustible son más avanzadas. Estas últimas están diseñadas para una vida útil de seis años o 12.000 horas de funcionamiento, lo que le permite un uso intensivo de seis horas diarias. Las pilas de combustible son idénticas a las del Mercedes Benz Clase B, que hizo recientemente una exhibición de fiabilidad dando la vuelta al mundo.
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