19 de junio de 2011

GAS de ESQUISTO

Los esquistos presentan minerales laminares
Desde su descubrimiento en 2008 el gas de esquisto es noticia en USA. A pesar de que se conocen sus posibilidades de explotación desde los años setenta, no ha sido hasta la reciente aparición de exitosas técnicas de extracción que se ha comenzado a explotar masivamente. Algunos optimistas, incluso hablaban de ¡100 años de reservas de gas de esquisto! Y eso ocurría en un momento crucial en el que las reservas de gas norteamericanas se encontraban en sus niveles más bajos en décadas.

Con el aumento de reservas que supone el gas de esquisto, se llegó a pensar incluso que sería la fuente energética dominante del siglo XXI. El gas natural tiene una combustión relativamente limpia, con la menor generación de gases de efecto invernadero de todos los combustibles fósiles, y con precios más económicos que el petróleo. Pero, pese al bombo y platillo que se le ha dado al espectacular incremente de reservas, ahora parece que el gas de esquisto no va a ser tan determinante en la política energética nacional como se pensaba. Ya no se cree que este gas vaya a ser la solución para todos los problemas, desde la dependencia del petróleo hasta el cambio climático.

Los geólogos pertenecientes al Geológical Survey de Canadá han elaborado un informe para el Post Carbon Institute respondiendo a la pregunta incial: “Will Natural Gas Fuel American in the 21st Century?” En el informe se limitan a estudiar la situación de las reservas de gas en los Estados Unidos, pero siendo este país el que presenta técnicas más avanzadas de extracción, sus resultados pueden extrapolarse para definir el futuro del gas natural en el resto del mundo.


Diferentes métodos de extracción del gas.
 El problema central reside en los altos costes de extracción de este gas (no convencional). Los múltiples pozos laterales que hay que perforar para su extracción son muy costosos, y por regla general solo se obtiene una cantidad apreciable de gas durante los primeros meses de explotación, para después pasar a unas tasas de extracción mínimas. La tasa de producción cae en picado del 65 al 80% al cabo de un año, y aún más, tras el segundo año de explotación, aunque luego continua estable durante años (a tasas mínimas). Tan escasa producción sostenible por pozo lleva a imponer los costes económicos sobre cualquier otra consideración técnica o geológica. A menos que los precios del gas natural se mantengan sostenidamente altos, los pozos son abandonados tras el primer año de extracción. De ahí que las reservas reales de gas de esquisto varíen tanto en función del precio de mercado que se considere. Según las estimaciones, con el gas de esquisto se comienza a tener beneficios a partir de $4 mcf (mil pies cúbicos), pero los pozos más complicados solo son rentables por encima de $7 o incluso $11.50 mcf. Eso significa que acceder a las grandes reservas de gas de esquisto con las que cuenta Estados Unidos no es nada barato. El gas se convertiría en un recurso extremadamente caro, como ocurre en la actualidad con el petróleo.



Reservas mundiales de gas de esquisto.
 Previsiones del (EIA) Energy Information Administration (que suelen ser bastante optimistas), sugieren que la producción de gas de esquisto solo contribuirá modestamente a la producción total de gas en los USA hasta el año 2035. Especialmente porque las fuentes convencionales de gas, presentaran un grave declive en ese mismo periodo, un 29% para el gas natural, y un 4% para el metano ligado a capas de carbón. Esto implica que el gas natural, junto con la apreciable contribución del gas de esquisto, seguirá manteniendo su proporción actual dentro del mix energético norteamericano.

En conclusión, el informe desestima un futuro incremento en los usos del gas natural, desmintiendo a su vez, que sea capaz de sustituir otras fuentes energéticas más contaminantes o escasas, como el carbón en la generación eléctrica, o el petróleo en el transporte.
Más información aquí.

1 comentario:

Unknown dijo...

Muchas gracias por la información!!
Barin