30 de septiembre de 2011

COHETES REUTILIZABLES

Falcon 9 en la rampa de lanzamiento.
La compañía norteamericana SpaceX dice que los cohetes reutilizables puede ayudar a alcanzar Marte con una tripulación humana. La empresa está desarrollando el primer cohete reutilizable para misiones espaciales, con el objetivo último de llegar a colonizar Marte algún día. El vehículo definitivo podría ser una versión reutilizable del cohete Falcon9, que se utilizó para transportar la cápsula Dragón a una órbita espacial baja en el último test de año pasado. El primer viaje para transportar carga a la Estación Espacial Internacional (ISS) se producirá en enero de 2012.

Tener la posibilidad de reutilizar los cohetes puede ahorrar decenas de millones de dólares y podría ser la solución para llegar a alcanzar algún día planetas tan lejanos como Marte. “Un sistema rápido y reutilizable es necesario para colonizar el espacio, si los cohetes no son reutilizables, muy poca gente puede realizar viajes espaciales”, dijo Musk al Club de Prensa Internacional.

Las cifras le dan la razón. Actualmente construir y lanzar al espacio un cohete Falcon cuesta entre 50 y 60 millones de dólares. Mientras que el coste del combustible apenas supone 200.000 dolares. Entonces, si se pierde el cohete a su reentrada en la atmósfera, el coste por lanzamiento se dispara. De ahí la necesidad de que los ingenieros puedan recuperar el cohete para volverlo a poner operativo. En ese caso, “el coste de los lanzamiento sería 100 veces menor”, comenta Musk.

Musk, es un empresario emprendedor de Internet que fundó PayPal, y ha utilizado sus grandes ganancias para fundar otras empresas como la compañía de automóviles eléctricos Tesla Motors y la compañía aeroespacial SpaceX. Según aclara, otras compañías han intentado anteriormente la construcción de cohetes reutilizables, pero han fracasado en su intento. Sin embargo, Musk ha llegado a la conclusión en los pasados doce meses, de que el problema de la reutilización es resoluble. “Nosotros lo vamos a intentar. Tenemos un diseño que sobre el papel, según los cálculos y las simulaciones, funciona”.

La idea no deja de resultar curiosa: el cohete despega de forma convencional, después se separa en dos etapas, una superior y otra inferior. La parte inferior del cohete, retorna a la Tierra del mismo modo y en la misma posición con la que despegó. “Eso elimina la necesidad de utilizar alas para devolverlo de vuelta a la plataforma de lanzamiento”, dijo.
Si finalmente lo logran, podría servir en un principio para transportar carga y nuevas tripulaciones a la ISS, con lo que se dejaría de depender exclusivamente de las naves rusas. Sería un primer paso para impulsar una nueva economía basada en el acceso al espacio.

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