29 de agosto de 2012

Las ondas gravitacionales de dos enanas blancas avalan las teorías de Einstein


Las estrellas orbitan una alrededor de la otra y emiten ondas gravitacionales

Las dos enanas blancas que forman el sistema binario J0651 orbitan cada vez más rápido. Cada vez están más cerca la una de la otra. Lo ha constatado un equipo internacional de astrónomos del que forma parte el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC). Sus datos avalan, de nuevo, la teoría de la relatividad general de Einstein.

La confirmación de las predicciones teóricas se ha realizado con varios telescopios en Estados Unidos y con el Gran Telescopio Canarias, que realizó las observaciones más rápidas del sistema, según indica el IAC en un comunicado.

Estas enanas blancas son remanentes de estrellas como el Sol que ya han agotado su combustible nuclear. Completan su órbita cada 13 minutos a velocidades que llegan a alcanzar más de 600 kilómetros por segundo —un 0,2% de la velocidad de la luz—, según publica el grupo de investigación en la revista Astrophysical Journal Letters.

Según predice la teoría de la relatividad general, las aceleraciones de estas estrellas en su movimiento orbital causan ondas en el tejido del espacio-tiempo, que se denominan ondas gravitacionales.

Aunque todavía no se han observado directamente, la emisión de estas ondas resta energía al sistema binario, lo que provoca que las enanas blancas se acerquen progresivamente la una a la otra y orbiten cada vez más rápido. La teoría de la relatividad predice que la órbita de este sistema binario ha de reducirse en unos 0,25 milisegundos cada año.
Gran Telescopio Canarias (GTC)

La confirmación de que las estrellas están acercándose cada vez más viene dada por la comparación entre las medidas tomadas en 2011, cuando el equipo de astrofísicos descubrió este sistema, y las tomadas en la actualidad.

El Gran Telescopio Canarias (GTC), el mayor telescopio óptico infrarrojo del mundo, con un espejo primario de 10,4 metros, ubicado en el Observatorio del Roque de los Muchachos en La Palma, proporcionó el conjunto de datos con la cadencia más rápida de estos objetos.

"Gracias al GTC hemos logrado tomar cientos de imágenes seguidas de este interesante sistema sin perder un segundo", comenta Carlos Allende, investigador del IAC y uno de los autores del estudio.

Para Antonio Cabrera, astrónomo del GTC y coautor de la investigación, "estamos ante uno de esos casos en los que tenemos la oportunidad de utilizar telescopios para poner a prueba nuestra comprensión de los aspectos más fundamentales de la física". 

El IAC añade que J0651 es el quinto sistema binario conocido con un periodo orbital de menos de 15 minutos. En los otros cuatro casos, no obstante, se produce transferencia de masa de una de las estrellas a la otra, lo que causa variaciones de brillo y complica las observaciones de la reducción del periodo orbital, así como su interpretación en términos de ondas gravitacionales.

Este sistema binario es también peculiar en cuanto a su orientación respecto a la Tierra, ya que el plano orbital está alineado con nuestra línea de visión.

"Cada seis minutos una de las estrellas en J0651 eclipsa a la otra, lo que proporciona un reloj de extrema precisión a 3.000 años luz", dice el estudiante de doctorado de la Universidad de Tejas (Estados Unidos) y primer autor del artículo J.J. Hermes.

"Los eclipses en este momento ocurren unos seis segundos antes de lo esperado a partir de las medidas de hace un año", señala el profesor de la Universidad de Oklahoma y miembro del equipo, Mukremin Kilic.

Fuente: ABC

Moléculas de azucar en el espacio



El Observatorio Austral Europeo (ESO, por sus siglas en inglés) ha informado este miércoles de un dulce descubrimiento: un equipo internacional de astrónomos ha detectado por primera vez azúcar alrededor de una estrella joven.

Con el radiotelescopio ALMA, ubicado en el desierto de Atacama (Chile), a 5.000 metros de altura, los científicos lograron captar moléculas de glicolaldehído en el gas que rodea la estrella binaria joven IRAS 16293-2422, con una masa similar a la del Sol y ubicada a 400 años luz de la Tierra.

El glicolaldehído ya se había divisado en el espacio interestelar anteriormente, pero esta es la primera vez que se localiza tan cerca de una estrella de este tipo, a distancias equivalentes a las que separan Urano del Sol en nuestro propio sistema solar.

"En el disco de gas y polvo que rodea a esta estrella de formación reciente encontramos glicolaldehído, un azúcar simple que no es muy distinto al que ponemos en el café", señaló Jes Jørgensen, del Instituto Niels Bohr de Dinamarca y autor principal del estudio.

Ingrediente fundamental para la vida

Según el astrónomo, "esta molécula es uno de los ingredientes en la formación del ácido ribonucleico (ARN), que como el ADN, con el cual está relacionado, es uno de los ingredientes fundamentales para la vida".

"Lo que es realmente fascinante de nuestros hallazgos es que las observaciones realizadas con ALMA revelan que las moléculas de azúcar están cayendo en dirección a una de las estrellas del sistema", indicó Cécile Favre, de la Universidad de Aarhus (Dinamarca).

Además, "las moléculas de azúcar no sólo se encuentran en el lugar indicado para encontrar su camino hacia un planeta, sino que además van en la dirección correcta", agregó. Así, este hallazgo demuestra que los elementos esenciales para la vida se encuentran en el momento y lugar adecuados para poder existir en los planetas que se forman alrededor de la estrella.

"Se plantea una gran interrogante: ¿Cuán complejas pueden llegar a ser estas moléculas antes de que se incorporen a nuevos planetas? Esto podría darnos una idea con respecto a la forma en que la vida pudiese originarse en otras partes", subrayó Jørgensen.

Según el científico, las observaciones con ALMA, caracterizado por una gran precisión y sensibilidad, "serán de vital importancia para desvelar este misterio".

Fuente: El Mundo

27 de agosto de 2012

El Curiosity listo para explorar

Esta serie de imágenes muestran el movimiento de la rueda trasera derecha del Curiosity en Marte. Los ingenieros han movido las ruedas como parte de una prueba de dirección del robot y como preludio de la exploración que comenzará en unos días.

Esta imagen fue tomada por una de las cámaras de navegación del Curiosity el 21 de agosto.