Tokyo de noche. A la izquierda puede observarse iluminada la torre de comunicaciones Tokyo. |
Frente a los que atacan a la energía nuclear de forma apasionada y sin mucho conocimiento del caso podemos ofrecer nuevos datos. Tras el accidente de Fukushima, el tercero en la historia de la energía nuclear, se expeculó con el fin de este tipo de tecnología. Lo cierto es que han demostrado ser una de las tecnologías más fiables y relativamente menos dañinas. El accidente de Japón se ha saldado finalmente sin ningún muerto y con más miedo por parte de la población que problemas reales. Se está comprobando que el mayor riesgo de un accidente una central nuclear no es el número de muertos, las minas de carbón chinas supera en número de muertes cada año a los producidos por accidentes nucleares en toda la historia. No el verdadero riesgo es el de contaminación de campos aledaños a las centrales y el de evacuación de poblaciones próximas. Pero esos riesgos se evitan instalando las centrales a suficiente distancia de los núcleos urbanos.
Por otro lado, se especulaba con que las mejoras en seguridad que se tendrían que implantar en las centrales a partir de ahora, junto con los gastos de desmantelar la central de Fukushima convertirían en inviable económicamente a la energía nuclear. Otra falacia, según los últimos datos (19.12.2011) sobre costes de la energía ofrecido por un estudio del ministerio de Energía y Medio Ambiente japonés.
Según las conclusiones de dicho estudio, “Los costes de la energía nuclear en Japón se han elevado en un 51% sobre los que se manejaban en la anterior estimación del 2004. Pero aún así, siguen estando en la línea de los costes de producción de energías como la eólica y geotérmica, y son competitivas frente a la generación eléctrica mediante combustibles fósiles.”
Los costes de generación eléctrica mediante tecnología nuclear en Japón se elevan a 8,9 yenes por kWh. De este monto el coste de capital asciende a 2,5 yenes, el de mantenimiento a 3,1 y el del ciclo del combustible a 1,4 yenes. A este coste han añadido ahora 0,2 yenes para las estrictas medidas de seguridad nuclear tras Fukushima, 0,5 para asegurar futuras contingencias y 1,1 en gastos derivados de políticas compensatorias del gobierno.
Esto deja al kWh nuclear dentro del rango del coste de la energía eólica más competitiva que se encuentra en 9,4 yenes(terrestre) a 9,9 yenes (marina) y la energía geotérmica 8,3 yenes. Pero en los casos más comunes, el coste de la energía eólica se encuentra realmene centrado entre 17,3 (terrestre) y 23,1 yenes (marina) por kWh.
En cuanto a generación mediante energías fósiles, y teniendo en cuenta los costes de las medidas contra el cambio climático, los rangos van desde 9,5 yenes para las plantas térmicas de carbón, los 10,7 para las de gas natural y los 36 yenes para el petróleo. Todas las estimaciones sobre energías fósiles sufren un fuerte sesgo alcista hacia el 2030, pues todas las proyecciones esperan un encarecimiento sostenido de estas fuentes energéticas.
Finalmente, la energía solar es puesta en un apartado aparte, porque su altísimo coste la hace inviable para la generación de electricidad de forma industrial. Su coste se encuentra actualmente entre 33,4 y 38,3 yenes el kWh. Aunque esperan que para 2030 su precio se reduzca hasta “solo” 20 yenes por kWh.
Estos datos serán tenidos en cuenta a la hora de redibujar la política energética japonesa de aquí al 2030 y deja entrever una apuesta por la continuidad en la contribución de la energía nuclear en su mix de producción eléctrica y que actualmente se encuentra en el 30% del total.
En cuanto a generación mediante energías fósiles, y teniendo en cuenta los costes de las medidas contra el cambio climático, los rangos van desde 9,5 yenes para las plantas térmicas de carbón, los 10,7 para las de gas natural y los 36 yenes para el petróleo. Todas las estimaciones sobre energías fósiles sufren un fuerte sesgo alcista hacia el 2030, pues todas las proyecciones esperan un encarecimiento sostenido de estas fuentes energéticas.
Finalmente, la energía solar es puesta en un apartado aparte, porque su altísimo coste la hace inviable para la generación de electricidad de forma industrial. Su coste se encuentra actualmente entre 33,4 y 38,3 yenes el kWh. Aunque esperan que para 2030 su precio se reduzca hasta “solo” 20 yenes por kWh.
Estos datos serán tenidos en cuenta a la hora de redibujar la política energética japonesa de aquí al 2030 y deja entrever una apuesta por la continuidad en la contribución de la energía nuclear en su mix de producción eléctrica y que actualmente se encuentra en el 30% del total.
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