14 de julio de 2011

CANCER INFANTIL y REACTORES NUCLEARES


Central nuclear (Suiza)
 Estudios sobre cáncer infantil en relación a la proximidad de plantas nucleares han dado resultados conflictivos en el pasado. Por ejemplo, un caso de estudio en Alemania publicado en Diciembre 2007 mostró que el peligro de leucemia en niños pequeños que vivían a menos de 5 Km de las plantas nucleares era más del doble que el de niños que vivían a distancias seguras, pero no se pudo ligar estadísticamente la incidencia de cancer con la presencia de las plantas. A pesar de todo, el estudio devino en una inmediata alarma en la población alemana y una respuesta visceral en contra de la energía nuclear. A este le siguieron nuevos estudios realizados de forma más exhaustiva, como el que se publicó en Mayo 2011 por el Comité de Consecuencias Medicas de la Radiación Medioambiental (COMARE), que no encontraron evidencias significativas del incremento de leucemia infantil en niños que vivían en las proximidades de las plantas nucleares de Reino Unido. O el más amplio estudio hasta la fecha  realizado en Suiza y que se muestra a continuación:

¡Un estudio nacional sobre 1,3 millones de niños suizos ha concluido que no existen evidencias de incremento del riesgo de cáncer para niños nacidos cerca de plantas nucleares!

La Oficina Federa de Salud Pública (FOPH por sus siglas en inglés) y la Liga del Cáncer Suiza informaron que el Instituto Social de Medicina Preventiva (ISPM) de la Universidad de Bern, ha realizado un exhaustivo estudio relacionando el cáncer infantil con las plantas de energía nuclear en Suiza. El estudio se realizó entre Septiembre 2008 y diciembre 2010. Los resultados están publicados en el International Journal of Epidemiology.

Claudia kuehni, directora del Registro Suizo de Cáncer Infantil, comentó: “El estudio en supervivientes de la bomba atómica de Hiroshima y Nagasaki demostraron que los niños son más sensibles a la radiación que los adultos. Por esta razón, nosotros nos consideramos las distancias y los lugares exactos de nacimiento y residencia. De ahí el enfoque del estudio de CANUPIS.”Los investigadores reunieron datos anuales de personas potencialmente en riesgo desde los 0-15 años que nacieron en Suiza entre 1985 y 2009. En total 1,3 millones de personas basándose en los censos de 1990 y 2000. En el estudio también se recopilaron casos de cáncer del registro Suizo de cáncer infantil. El ISPM entonces comparó la proporción de leucemias y canceres en niños nacidos a menos de 5-10 km, y a 10-15 km de las centrales nucleares, con el riesgo para niños nacidos a mayor distancia de las mismas.

Los investigadores concluyeron que el riesgo en las zonas a menos de 5 km de una central nuclear eran similares a los riesgos del grupo de control (situados a más de 15 km) con 8 casos frente a 6.8 casos esperados. En el área de 5-10 km desde la central aparecieron 12 casos frente a los 20.3 casos esperados. Y en la zona de 10-15 km fueron 31 casos en comparación a 28.3 esperados. La conclusión es que “no hay, en ninguno de los análisis practicados, un incremento o reducción estadísticamente significativo en el riesgo de padecer cáncer infantil”.

El estudio concluye: “Tras un exhaustivo análisis a nivel nacional, ajustado para factores de distorsión y con medidas de las distancias exactas desde la residencia de nacimiento y la planta de energía nuclear más cercana, no se encontró evidencia de una asociación entre el riesgo de leucemia o cáncer en la infancia y el vivir en la proximidad de una central nuclear”.

Hay cinco plantas nucleares en Suiza, donde aproximadamente el 1% de la población vive a menos de 5 km de alguna planta y el 10% vive a menos de 15 km. Las medidas de radioactividad son tomadas regularmente en las inmediaciones de las centrales nucleares suizas por la División para la Protección Radiológica del FOPH.

Según la Universidad de Bern, “la radiación medida en la proximidad de las centrales nucleares está por debajo del 0.01 millisieverts al año”. “Esto corresponde a 1/500 de la media total de radiación que los suizos reciben por causas naturales, gas radón del subsuelo, rayos cósmicos, radiación terrestre, radiación médica y terapéutica.”

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