22 de mayo de 2011

CUESTIÓN DE MAGNITUDES

Átomo de Uranio
Si los historiadores han definido a las diferentes etapas de la evolución social por los materiales que se utilizaban: Edad de piedra, Edad del cobre, Edad del Bronce, Edad del Hierro. Este momento histórico en el que nos encontramos, podría definirse perfectamente como la Edad de los Hidrocarburos o si lo prefieren, el Oleoceno. Y es que todo en la actualidad sale de algún derivado del petróleo y es transportado hasta nuestras manos gracias a él.

¿Qué hizo la economía mundial para defenderse del fuerte incremento de los precios del petróleo de los años 70? Los políticos lo vieron claro, había que diversificar las fuentes de obtención de energía, para disminuir los riesgos de recesión en la economía. De este modo empezaron a florecer en aquella época las centrales nucleares, las centrales térmicas de carbón y las de gas, así como el inicio de las energías renovables, con aumento de las centrales hidroeléctricas y el estudio de las demás renovables como alternativa. La idea de la diversificación era clara, la energía en forma de electricidad que consume la sociedad actual es tan importante que no puede depender de las fluctuaciones en el mercado de petróleo. Gracias a esa estrategia, la cantidad de petróleo que se consume para obtener electricidad es mínima.

Pero si la generación eléctrica esta relativamente a salvo del petróleo, los medios de transporte actuales son totalmente dependientes del oro negro, y eso lo convierte en un factor clave para mantener el comercio y por extensión, a la economía mundial. Cuando defiendo la necesidad de seguir invirtiendo en nuevas centrales nucleares no me baso en su utilidad para producir electricidad, sino en la cada vez más acuciante necesidad de producir hidrógeno a precios económicamente competitivos.

La sociedad actual es una auténtica adicta a la energía y la posibilidad de desengancharnos de ella es impensable. En la actualidad el 35% de la energía primaria que consumimos proviene del petróleo y el 79,5% del total lo conforman combustibles fósiles. Si nos ceñimos a los medios de transporte, la dependencia del petróleo es casi del 100%.



¿De dónde vamos a sacar la energía para compensar ese 79.5% de combustibles fósiles? Si ven el gráfico sectorial del 2010  comprobarán como en el caso español, (que somos uno de los países más avanzados en energía renovables), ya hemos conseguido depender "solo" en un 75.5% de los combustibles fósiles. Y eso lo hemos logrado tras más de treinta años invirtiendo en energías renovables y a costa de aumentar considerablemente la factura de la electricidad debido a las subvenciones a las energías renovables.

Comprueben en ese mismo gráfico la contribución de la energía eólica con miles de aerogeneradores en funcionamiento, o la contribución actual de la energía nuclear, con solo 6 centrales y tras más de 23 años sin construir nueva capacidad. Como dije en el título, es una ¡cuestión de magnitudes!

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