El riesgo de que los productos desechados por un reactor de fusión nuclear sean utilizados para producir armamento nuclear es extremadamente bajo.
Investigadores estadounidenses han demostrado que los futuros sistemas de generación de energía mediante fusión nuclear por confinamiento magnético podría suponer un peligro mucho menor para la proliferación nuclear.
Los investigadores de la Universidad de Princeton, encontraron que si las plantas de energía nuclear de fusión son construidas bajo las salvaguardas adecuadas de diseño, hay poco riesgo de que los materiales fisibles resultantes sean utilizables para la fabricación de armas. Ya sea utilizándolos abiertamente o de forma encubierta.
Sus resultados fueron publicados el 29 de marzo, por la publicación de la PIO en la revista Fusión Nuclear.
En el estudio, los investigadores realizaron una evaluación cuantitativa de los riesgos de proliferación – la utilización fraudulenta de materiales nucleares para su uso en armas – asociada a una planta de fusión nuclear bajo tres escenarios diferentes y en abierta comparación con los riesgos conocidos de la actual tecnología de la energía nuclear de fisión.
El coautor del estudio Glaser Alex resume: "Hemos encontrado que los riesgos de proliferación de la fusión son bajos en comparación con la fisión, en el supuesto de que las salvaguardias del OIEA (Organismo Internacional de la Energía Atómica) se aplicaran en ambos casos. "
Los tres escenarios son: la producción clandestina de material utilizable para armas en una instalación no declarada; la producción encubierta de dicho material en una instalación declarada, y la producción de material en un escenario de confrontación en el que el esfuerzo no se oculta.
En primer lugar, sus resultados demostraron que es altamente improbable que un sistema a pequeña escala de fusión nuclear pudiera ser construido, operado y luego se utilizado de manera clandestina para producir un arma nuclear en dos años. Esto es debido al gran tamaño y el consumo de energía de la instalación que se requeriría, serían instalaciones imposibles de ocultar por la necesidad continua de nuevo refrigerante y por la presencia de torres de refrigeración con una capacidad de al menos 40 MW.
En comparación, las plantas de centrifugadoras de primera generación, que pueden producir uranio altamente enriquecido son complejos fáciles de ocultar (ver el problema con Irán) y pueden ser diseñados para producir material para un arma al año con menos de 0,5 MW de potencia. Una potencia similar a las plantas industriales comunes, lo que dificulta su identificación por las inspectores nucleares.
Los investigadores utilizaron un conjunto de simulaciones por ordenador para determinar las cantidades de materiales para armas que podrían ser producidos con una planta de fusión de tamaño comercial. Y encontraron que, si bien el potencial de producción es significativo, en principio, sería fácil para los inspectores nucleares detectar la producción clandestina de armas.
Los investigadores estiman que el período mínimo necesario para producir material utilizable para armas en una planta de fusión nuclear podría ser de uno o dos meses. También señalan que las plantas de fusión requieren muchas instalaciones auxiliares, tales como entradas de energía y torres de enfriamiento, que se podrían apagar sin riesgo de provocar contaminación nuclear, y por lo tanto evitar la proliferación de forma expeditiva sin riesgos añadidos.
IOPSCIENCE
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