18 de mayo de 2011

STEPHEN HAWKING y DIOS


 El prestigioso científico británico Stephen Hawking, autor de 'Una breve historia del tiempo', cree que la idea del paraíso y de la vida después de la muerte es un "cuento de hadas" de gente que le tiene miedo a la muerte. Así lo ha afirmado en una entrevista en el periódico británico "The Guardian", en la que vuelve a poner énfasis en su rechazo a las creencias religiosas y considera que no hay nada después del momento en que el cerebro deja de funcionar. En su último libro, "El Gran diseño", el astrofísico sostiene que Dios no es necesario para explicar el origen del Universo. "La ciencia predice que distintos tipos de universo serán creados de la nada y de manera espontánea", agregó.

Hawking resalta que su enfermedad -la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA)- le ha llevado a disfrutar más de la vida a pesar de las dificultades que ello implica, ya que el mal que padece es neuro-degenerativo progresivo y le impide moverse y hablar."He vivido con la perspectiva de una muerte prematura durante los últimos 49 años. No tengo miedo de morir, pero no tengo prisa por morirme. Hay muchas cosas que quiero hacer antes", dijo el científico.

"Yo considero al cerebro como una computadora que dejará de funcionar cuando fallen sus componentes. No existe el cielo o vida después de la muerte para las computadoras que dejan de funcionar. Se trata de un cuento de hadas para la gente que le tiene miedo a la oscuridad", señaló el ex catedrático de Matemáticas Aplicadas y Física Teórica de la Universidad de Cambridge.

Sin duda las palabras de un físico tan eminente siempre son dignas de respeto, pero es propio del pensamiento científico no jurar acatamiento a ningún maestro. Es decir, que lo sano es especular con diferentes teorías y dejar al método científico, a la experimentación y a la naturaleza, elegir cuál es la correcta. ¡O la menos falsa, según se mire! En mi opinión Hawking se precipita al afirmar que la consciencia está ligada exclusivamente al cerebro. Ningún experimento de la neurociencia actual ha demostrado tal afirmación.

En ese sentido he escrito el libro OIRGEN, en el que propongo una teoría tan novedosa como exótica sobre el origen de la percepción humana y de la consciencia. Mi hipótesis de partida es que no hay un más allá de la ciencia pero que quizá, sí que exista un más allá de la  percepción común. Ese simple hecho, la posibilidad de manejar nuestra percepción, implicaría que tenemos que redefinir lo que entendemos por realidad, consciencia o incluso ciencia.



2 comentarios:

Imaginario dijo...

Hawking parece comprometido con la idea de erradicar supersticiones absurdas del planeta. Basándose en su estatus parece que le imponen poco las críticas y se lanza de lleno a ello.

Hay muchas ideas de las que ha lanzado últimamente que estoy completamente seguro que él mismo sabe que no son demostrables, pero que son totalmente lógicas y casi con seguridad ciertas.

Dios no es necesario para nada. No es demostrable, pero con mucha seguridad cierto y totalmente lógico (lo ilógico es pensar lo contrario).

La consciencia reside en el cerebro. No es (aun) demostrable, pues todavía no se tiene clara la idea de que es la consciencia y como se forma, pero ¿dónde si no?. Es ilógico pensar que resida en otro lugar, y desde luego no habita en sitios no existentes como almas y objetos indetectables extraños.

Juega, pues, la baza de la lógica y el sentido común.

Máximo Pretoria dijo...

Je, je! te esperaba por estos lares Imaginario. Me alegra poder discutir de estos temas contigo.

La lógica y el sentido común no han ido siempre de la mano en ciencia. Si comprobamos la historia de la ciencia, cuando se discutía sobre el modelo Copernicano la mayor parte de razonamientos lógicos descartaban ¡tal chaladura! La Tierra moviéndose por el cosmos ¿sin que notemos ni un simple traqueteo, ni una tenue brisa de aire? Además todo el mundo podía comprobar que los objetos caen hacia la tierra no hacia el Sol. Era un modelo completamente ilógico y contrario al sentido común. Por aquel entonces solo una ínfima minoría captaba su potencial.

Como menciona el gran epistemólogo Thomas.S.Khun la ciencia se rige por modelos de la realidad que llama paradigmas, por cosmovisiones más o menos perdurables en el tiempo. Dichas cosmovisiones, lo que Stephen Hawkin denomina (realidad dependiente del modelo) solo cambian con cada evento revolucionario. Y esos eventos revolucionarios solo ocurren cuando un nuevo hecho observacional no encaja con el modelo imperante en la ciencia.

Lo que entro a considerar en el libro, es que lo que llamamos “la realidad” ha ido cambiando a lo largo de los siglos y que para explicar los conceptos de realidad e incluso a la propia ciencia, es imprescindible una teoría de la percepción, como el propio Thomas S. Khun reconoce en su famosa obra "La estructura de las revoluciones científicas".